El presbítero Antonio Záizar, en la década de los 50 la compuso, de acuerdo con los pobladores, ya que siempre mostro su gusto por la música
Santa María Ozumbilla tiene un himno, la canción de “Cielo Rojo”. Se entona en toda celebración y despiden con sus notas a sus seres queridos. Esta obra que forma parte del repertorio musical de nuestro país, fue inspirada por los rojos atardeceres que se pueden observar desde esta comunidad hasta la serranía de Tepotzotlán.
Esta pieza interpretada por los cantantes más renombrados, forma parte de la identidad de este pueblo originario de Tecámac, que de acuerdo con pobladores de la comunidad fue escrita por el presbítero Antonio Záizar, durante su estancia en este lugar.
Aunque esta canción fue registrada por su hermano Juan, que junto con David formaron el dueto de Los Hermanos Záizar; los vecinos de Santa María Ozumbilla aseguran que fue escrita por el sacerdote, inspirado por la puesta de sol que cada tarde ilumina los atardeceres con su tono rojizo.
“Cielo Rojo” fue interpretada por primera vez por Flor Silvestre en 1957 con el Mariachi Vargas de Tecalitlán, colocándose inmediatamente en el gusto popular; la han cantado también figuras de la música mexicana como Luis Aguilar, Miguel Aceves Mejía, Luis Miguel, Ana Gabriel, Lilia Downs y últimamente por cantantes más jóvenes como Ángela Aguilar y Natalia Jiménez.
Su letra también ha inspirado melodramas, como fue en el 2011 con la telenovela de Televisión Azteca “Cielo Rojo” que fue protagonizada por Edith González y Mauricio Islas y el tema estuvo interpretado por Ana Gabriel.
Aunque esta canción fue registrada por Juan Záizar, para los vecinos el verdadero autor fue el presbítero Antonio Záizar Torres, que llegó en 1950 a la comunidad de Santa María Ozumbilla, proviniendo de Axtla de Terrazas, San Luis Potosí.
Le gustaba cantar y componer; además oficiaba las misas de las fiestas patronales con los acordes de la música de mariachis, generando empatía con los residentes de la comunidad.
Para los pobladores de Ozumbilla, era muy común que el padre Antonio compartiera las canciones que él componía, en alguna tarde o velada. “Cielo Rojo” en realidad fue compuesta por él y registrada por sus hermanos: los Záizar.